
Antes de seguir hablando del caso, creo que sería conveniente explicar algunas de las características de María Maravillas Pidal, que así es como se llamaba la monja que ha creado tanta polémica: Sor Maravillas decidió escindirse de las carmelitas descalzas tras el Concilio Vaticano II, ya que lo veía como algo demasiado progresista para ella. Creó uno de las congregaciones más rígidas y ultraortodoxas, hecho que se retrata en algunas de sus ilustres frases (como “Déjate mandar. Déjate sujetar y despreciar. Y serás perfecta”) y ciertos actos, que le llevaron a infligirse a sí misma multitud de castigos entre los que destaca el colgarse de la melena a una viga “para sufrir por Jesús”.
Finalmente se ha rechazado de pleno el asunto, pero el problema es que ni siquiera debería de haberse planteado el asunto. El Congreso de los diputados no se trata del sitio adecuado para ello, ya que no es un lugar ni mucho menos confesional. El que se pusiera la placa de la nombrada monja sería igual al caso de que la Pasionaria hubiera nacido en una iglesia y por ello pusieran su imagen en dicho templo. Impensable, ¿verdad?
Se ha tomado la decisión adecuada por respeto a la Constitución y por la aconfesionalidad del Estado. Ahora sólo cabe esperar que propuestas como éstas no se vuelvan a repetir. Antes de proponer, por favor, pensar.
No te voy a echar ningún puñal, me parece que escribes muy bien, no conocía esa faceta tuya!
ResponderEliminarEsta noticia la leímos en uno de los descansos en clase, cuando aún no se había retirado la propuesta, y nos echamos unas risas por no echarnos a llorar... y para gente como el arzobispo de Toledo, esto no es "cristofobia" ni mucho menos, estamos en un estado aconfesional, aunque les pese a muchos. Aconfesional, pero de pastel. Es inadmisible que el papa vaya a Francia y alave las ventajas del laicismo en la enseñanza y aquí se monte un cristo por quitar crucifijos de un colegio PÚBLICO. Menos hipocresía, por favor.
y alabar es con b... eso de que estén al lado...
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